Durante las últimas semanas los comerciantes de Santander están padeciendo reiterados hurtos por las mismas personas sin que las autoridades pongan remedio al grave perjuicio que esto supone para el pequeño comercio que, con gran sacrificio, mantienen sus negocios todavía.
Son ya muchos los comerciantes que, desgraciadamente, conocen en concreto a estas dos mujeres asiduas de los comercios que, cuando los dependientes están atendiendo a sus clientes, aprovechan para entrar y coger los artículos que hay en el escaparate o estanterías próximas a la entrada y salir huyendo.
Es una sangría constante que está causando numerosas pérdidas económicas al pequeño comercio que paga su alquiler, impuestos y da empleo.
Desde el pequeño comercio reclamamos más presencia policial paseando por las calles de la ciudad que ejerzan de modo disuario y una mayor diligencia en acudir cuando tengan avisos.
Estos pequeños robos suponen grandes pérdidas para los comerciantes que no pueden recuperar. Los seguros al no ser ROBO no lo cubren y la Administración tampoco tiene ayudas para este tipo de casos. Estamos olvidados en ese aspecto.
Estos “delincuentes” además se conocen la Ley y saben que al tratarse de hurtos (robo sin violencia) por valor inferior a 400 euros la sanción económica es ridícula, aparte de que en su mayoría son insolventes que no llegan a pagar dicha sanción ni entran en prisión.
Pedimos a los partidos políticos que trasladen a sus grupos parlamentarios en el Congreso y Senado presenten una moción para reformar la Ley para estos casos reiterativos de delincuentes que repiten sus actos delictivos y, encima, en los mismos comercios aprovechando la afluencia de gente.
